El agua es el recurso más importante para que podamos vivir dentro del planeta, debido a todos los minerales que contiene. Muchas veces puede convertirse en un gran problema si se nos suministra de la manera equivocada, ya que puede convertirse en nociva para nuestro organismo, al igual que otros líquidos como el cloro, metales pesados que pasan por los filtros o tuberías de nuestro hogar.
Generalmente, el agua que llega a las casas suele analizarse previamente por laboratorios capaces de verificar su calidad para que pueda ser potable, lamentablemente, este procedimiento no puede realizarse a cabalidad por varias razones: puede tronarse muy básico en ciertas regiones, no llega a producirse, o el líquido carece de calidad. En forma de pantano, puede ser capaz de llegar hasta nosotros y ser consumida debido a nuestro desconocimiento, provocando enfermedades estomacales y afecciones netamente virales.
Es por ello, que mediante este artículo, queremos crear conciencia acerca de la importancia de examinar el agua para el óptimo consumo. El día de hoy te mostramos diferentes técnicas que puedes utilizar para revisar todas las propiedades del agua.
La primera que debes realizar es un test que te permita medir la dureza de este líquido, con ella se determinará la cantidad exacta de sales y minerales, metales o cloros que están presentes en el agua que llega a nuestro hogar; para llevarlo a cabo, es necesario tener varias herramientas como descalcificadores que nos ayudarán específicamente a medir su pureza; solo basta con introducirle los parámetros exactos del agua que llega a nuestra casa, los filtros por los que transita y ella misma se encargara de realizar su trabajo purificador.
Otra prueba que puedes realizar y que no te costará nada en absoluto es la de medir con un TDS electrónico, un producto que te ayudará a medir la dureza del agua de una forma más exacta que la anterior, pues se encargará de calcular la cantidad de sales que se encuentran disueltas en el agua; su unidad de medición no es otra que las pulsaciones por minuto (PPM).
Al colocar este dispositivo dentro del agua, arrojará un número en su pantalla expresado en PPM, por ejemplo 115 ppm, esto quiere decir que cada millón de partes de la disolución, ha tomado 1500 sales minerales. Para accionarlo, debes apretar el botón de inicio y una vez dentro del agua, tendrás el resultado exacto. Esta prueba, debe hacerla un profesional especializado, pues cuenta con las herramientas necesarias. Al adquirir este producto, debes cerciorarte de que contenga un manual de instrucciones al igual que todos sus complementos para poder utilizarlo de forma correcta.
La técnica de la Conductividad Eléctrica, se centra en evaluar el contenido de sales presentes en el agua que transita por tu casa, con la finalidad de garantizar una buena conducción de la electricidad, la cual necesita un número considerable de sales minerales. En este procedimiento, se necesita un medidor de productividad con la que tomaremos una muestra del agua, la colocaremos en un vaso o cualquier recipiente, a continuación colocamos el dispositivo dentro del agua seleccionada para la prueba; en muy poco tiempo, tendremos el número de sales exactas y su incidencia positiva o negativa en el agua que utilizamos. Si el numero supera los parámetros normales, tendrá que instalarse una maquina depuradora de agua inmediatamente.
El método de las Tiras reactivas, nos ayudará a detectar las impurezas dentro del agua, el aparato evaluador para esta prueba, puede conseguirse fácilmente en las ferreterías y tiendas de fontanería. A diferencia de las otras pruebas, esta puede arrojarnos un ligero margen de error; las tiras del producto reaccionarán inmediatamente al contacto de la sustancia no renovable, cambiando su color como consecuencia de las impurezas que se registren. Al vaso de agua en cuestión, simplemente tendrás que introducirle las tiras reactivas y visualizar el cambio de color en la misma. Luego, tendrás que comparar dicho color con la tabla que te indicará la situación actual por la que se encuentra el agua de tu casa. Para realizarla, no se necesita la presencia de un fontanero, basta comprar los materiales y hacerla tú mismo, siguiendo las instrucciones correctamente.
Finalmente, el Test líquido es una prueba demasiado habitual cuando quiere conocerse el estado de dureza que tiene el agua en determinados lugares. Al abrir el paquete que has comprado en la fontanería de confianza, verás las dos distintas disoluciones, como primer paso, debes tomar una muestra de agua, tal y como se especifica el fabricante; en menos de un minuto, verás por ti mismo como el agua cambia de color, cuyo significado de este ultimo debe ser constatado con la paleta de colores establecida por el mismo fabricador o fontanero.